Walisuma nace de identificar una realidad donde, por una parte, están los productores, a quienes se les dificulta promocionar sus marcas y comercializar sus productos, sobre todo fuera del país. Y por otra parte, se identifica una oportunidad en el mundo, donde productos únicos, originales, exclusivos  y de alto valor (ya sea por sus materiales, técnicas ancestrales se distinguen con una alta calidad) son apreciados por mercados emergentes denominados High-end. Hoy, la marca también es bien acogida por otro nicho de mercado denominado Slow Fashion.

Este vehículo, no sólo es un canal de comercialización sino un catalizador positivo para más de 70 organizaciones productivas (que representan a más de 3,000 productores en todo Bolivia); las cuales, por las intervenciones de Walisuma, fortalecen sus capacidades productivas, de mercadeo, administrativas y de liderazgo para poder expandir su producción y generar mayores fuentes de empleo y mejores ingresos.

Dentro de los valores que distinguen a Walisuma, están la alta excelencia, transparencia, empatía, respeto por el medio ambiente, la preocupación por una remuneración justa a los productores, el cuidado con los animales de donde obtienen la materia prima y el uso sostenible de los recursos; buscando conservar -de cierta manera- tradiciones, técnicas, diseños y colores; todos tan propios y naturales.